Diálogos nocturnos

- ¿ Y tú lo dejarías todo por alguien?


- Pero, ¿todavía no te has dado cuenta?

Truncadas tardes de estudio

Tenía pinta de ser otro día cualquiera, otra tarde previa a la amenaza de junio rodeada de apuntes y agobios, no esperaba mucho más de ese día, en un rato huiría de la biblioteca y trataría de evadirme del mundo en un leve paseo hasta mi casa.

A eso de las 8, cuando ya pretendía escapar de allí, me recordaron que había un recital de poesía en el que participaban ciertas personillas que merecían ser vistas; sinceramente no esperaba que me gustase, a pesar de mi debilidad por la poesía iba con más intención de verles y saludar que de disfrutar... no tenía el cuerpo yo para rimas, no era mi día.

A pesar del primer poeta loco y del egocentrismo de algún otro debo reconocer que me sorprendí gratamente; no diré ni que lo hacían mal o bien, no lo sé, no soy ninguna experta en crítica poética, pero perdí la noción del tiempo escuchandoles, mentiría si dijera que no disfruté con esas dedicatorias personalizadas, esos comentarios "comunes del directo" y por supuesto con el vinito típico de después.
Si es así, no me importa que se interrumpan mis tardes de estudio.