domingo, 26 de julio de 2009
Despertares.
Acepto, pero sólo con una condición
que no se acabe esta noche... y que no me enamore.
Quizá pedí demasiado
El puerto a nuestros pies, tus ojos cargados de nostalgia por lo que un día fue, la melodía lejana de un diestro saxofonista
Tenemos toda la noche para perdernos, te digo.
Te miro y mientras intento no dejarme caer en tu risa, no puedo convercerme.
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Dificil no caer cuando el placer es tan grande.
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