A dia 26 de marzo estaba previsto celebrar en el "CCT" (Centro Científico-Tecnológico de la Universidad de La Rioja) la archi conocida fiesta de Peritos, que no es más que un par de actos y entrega de diplomas a los susodichos a principios de marzo, por supuesto lo bueno viene después.
El resto de alumnos celebramos otro tipo de actos con la excusa de que es fiesta para esos de ciencias; por ser solidarios con la carrera en cuestión peregrinamos hasta CCT y acampamos desde primera hora de la mañana hasta que el cuerpo aguante o anochezca dependiendo de lo valiente que sea cada uno con las provisiones necesarias.
Estos actos cuentan con la aprobación del rectorado, del decano de la facultad y otros tantos monigotes, pues bien este año como tantos otros nuestros compañeros de la Comisión de Fiestas se habían encargado de organizar un par de barras para distribuir alcohol bajo un módico precio y recaudar para los viajes de fin de carrera, con el consiguiente equipo de música para que haya un ambientillo propicio de celebración.
Semana del 18 de marzo, nos informan de que se va a retrasar la fecha de entrega de insignias y con ello todo lo demás, cosa lógica, aunque se haga a principios de mes, se retrasa.
Lunes 23, prohiben celebrar peritos "a nuestra manera" se cancela.
Martes 24, indignación extrema del alumnado y parte de la Comisión de Fiestas, al final logran que peritos se celebre, pero en el parking de Quintiliano (edificio de Ciencias Jurídicas y Empresariales)
Miércoles 25, parece ser que permiten que sea en CCT, pero sin barras y sin música.
Miércoles tarde, ante la negativa de los alumnos de ceder de nuevo, nuestra querida vicerectora Mar Asensio se echa atrás y cancela todos los actos relacionados con peritos para evitar ninguna vinculación por "lo que pueda pasar".
Se convoca una manifestación por los alumnos el jueves a las 12 del mediodía en la puerta de Rectorado.
Jueves 26, jueves de Peritos; a las 10am la mayoría de alumnos responsables se han echado atrás, se comenta que han puesto seguridad en todo el campus, no dejan ni acercarse al césped, es lo más parecido a una persecución americana pero cambiando un par de matices.
Después de comprobar que efectivamente hay seguridad por media universidad y la mayoría no se corta en ir porra en mano con mirada de ansia en partir piernas, nos dicen que en el famoso CCT hay otros tantos que persiguen gente para que ni se siente y mucho menos lleve algo que pueda ser alcohol, o agua, o folios ¡es igual! el caso es sacar la porra y repartir al que se acerque
A las 12am terminan las clases en Quintiliano, un puñadito de alumnos con nuestras bolsas del simply nos decidimos por ir y plantar un poco de cara, total si hay que correr, pues se corre en peores guerras nos hemos visto.
De camino los que éramos un puñadito nos juntamos con otros tantos que comparten objetivos... la cosa no pinta tan mal, llegamos al fabuloso césped que tanto protegen, hay bastante gente, no tantísima como otros años pero la justa para que sea agradable, al ver tanto alumno rebelde los de seguridad se acobardan y se dedican a peregrinar de puerta en puerta del edificio y a hablar del tiempo por un walkie súper moderno, realmente aparentan muy bien que son interesantes.
14 am; no tenemos música, no hay barras, los de seguridad nos miran con recelo y ganas de repartir pero ¿se puede pedir más? como remedio a la música un grupillo se turna un tambor muy rarito pero suena bien y ameniza que no es poco, los de seguridad desisten en echarnos y se unen en animada conversación con cualquiera que les haga el turno más llevadero.
Lo que prometía ser un día de indignación, malas caras y persecuciones detrás de pancartas resultó ser un rato de lo más agradable entre amigos, alcohol, risas y anécdotas con algún que otro desconocido, realmente no, no se puede pedir más.
Por supuesto no puedo obviar darle las gracias a nuestra apreciada vicerectora por haber cancelado Peritos, y en un arrebato de rabia también Letras, Barras... y cualquier fiesta universitaria para este año, gracias a ella hemos podido disfrutar de un día fabuloso y otros tantos que quedan claro, si es más feliz así ¡que cancele! Siempre habrá gente que no se deje manipular por cuatro palabras y dos o tres amenazas.
El resto de alumnos celebramos otro tipo de actos con la excusa de que es fiesta para esos de ciencias; por ser solidarios con la carrera en cuestión peregrinamos hasta CCT y acampamos desde primera hora de la mañana hasta que el cuerpo aguante o anochezca dependiendo de lo valiente que sea cada uno con las provisiones necesarias.
Estos actos cuentan con la aprobación del rectorado, del decano de la facultad y otros tantos monigotes, pues bien este año como tantos otros nuestros compañeros de la Comisión de Fiestas se habían encargado de organizar un par de barras para distribuir alcohol bajo un módico precio y recaudar para los viajes de fin de carrera, con el consiguiente equipo de música para que haya un ambientillo propicio de celebración.
Semana del 18 de marzo, nos informan de que se va a retrasar la fecha de entrega de insignias y con ello todo lo demás, cosa lógica, aunque se haga a principios de mes, se retrasa.
Lunes 23, prohiben celebrar peritos "a nuestra manera" se cancela.
Martes 24, indignación extrema del alumnado y parte de la Comisión de Fiestas, al final logran que peritos se celebre, pero en el parking de Quintiliano (edificio de Ciencias Jurídicas y Empresariales)
Miércoles 25, parece ser que permiten que sea en CCT, pero sin barras y sin música.
Miércoles tarde, ante la negativa de los alumnos de ceder de nuevo, nuestra querida vicerectora Mar Asensio se echa atrás y cancela todos los actos relacionados con peritos para evitar ninguna vinculación por "lo que pueda pasar".
Se convoca una manifestación por los alumnos el jueves a las 12 del mediodía en la puerta de Rectorado.
Jueves 26, jueves de Peritos; a las 10am la mayoría de alumnos responsables se han echado atrás, se comenta que han puesto seguridad en todo el campus, no dejan ni acercarse al césped, es lo más parecido a una persecución americana pero cambiando un par de matices.
Después de comprobar que efectivamente hay seguridad por media universidad y la mayoría no se corta en ir porra en mano con mirada de ansia en partir piernas, nos dicen que en el famoso CCT hay otros tantos que persiguen gente para que ni se siente y mucho menos lleve algo que pueda ser alcohol, o agua, o folios ¡es igual! el caso es sacar la porra y repartir al que se acerque
A las 12am terminan las clases en Quintiliano, un puñadito de alumnos con nuestras bolsas del simply nos decidimos por ir y plantar un poco de cara, total si hay que correr, pues se corre en peores guerras nos hemos visto.
De camino los que éramos un puñadito nos juntamos con otros tantos que comparten objetivos... la cosa no pinta tan mal, llegamos al fabuloso césped que tanto protegen, hay bastante gente, no tantísima como otros años pero la justa para que sea agradable, al ver tanto alumno rebelde los de seguridad se acobardan y se dedican a peregrinar de puerta en puerta del edificio y a hablar del tiempo por un walkie súper moderno, realmente aparentan muy bien que son interesantes.
14 am; no tenemos música, no hay barras, los de seguridad nos miran con recelo y ganas de repartir pero ¿se puede pedir más? como remedio a la música un grupillo se turna un tambor muy rarito pero suena bien y ameniza que no es poco, los de seguridad desisten en echarnos y se unen en animada conversación con cualquiera que les haga el turno más llevadero.
Lo que prometía ser un día de indignación, malas caras y persecuciones detrás de pancartas resultó ser un rato de lo más agradable entre amigos, alcohol, risas y anécdotas con algún que otro desconocido, realmente no, no se puede pedir más.
Por supuesto no puedo obviar darle las gracias a nuestra apreciada vicerectora por haber cancelado Peritos, y en un arrebato de rabia también Letras, Barras... y cualquier fiesta universitaria para este año, gracias a ella hemos podido disfrutar de un día fabuloso y otros tantos que quedan claro, si es más feliz así ¡que cancele! Siempre habrá gente que no se deje manipular por cuatro palabras y dos o tres amenazas.
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