Llueve. Y mi pesimismo ha decidido visitarme hoy.
El tiempo no acompaña y el ánimo tampoco. Pienso demasiado. ¿Por que hemos decidido seguir como si nada? ¿Seguir como si esas largas tardes de reflexión nunca hubieran existido?
Es estúpido seguir fingiendo que tú no me echas de menos y que yo no me acuerdo de ti.
No me gusta rendirme, pero quizá sea mejor así.
No es ni muy tarde ni demasiado pronto para pasear, a pesar de la lluvia bici en mano y cámara al hombro salgo sin más planes que sacudir pensamientos.
Le daré las gracias a la casualidad...
No quería ver a nadie sólo esperar a que parase la lluvia pero en mi parada perdí la noción del tiempo...
Ha sido una noche entre confidencias, divagaciones de viajes imposibles, melodías espontáneas de guitarra y largas discusiones filosóficas a las 6 de la mañana, es extraño pero he vuelto a casa feliz
Es normal, la lluvia, los días grises y la amenaza de no ver el sol durante un tiempo atacan la moral de cualquiera...de unos más que de otros...
ResponderEliminar:-)
Lo primero de todo, debo decirte que me ha encantado la entrada. Quizás sea, como un dí me dijoun profesor, que yo lo miro todo con la visión del poeta, pero en cada rayo de sol, en ada madrugad, en cada gota de lluvia que parece diluirnos el día en grises tristezas, hay poesía, tras cada nube se esconde una sonrisa, sólo hay que esperr que pase la tormenta y, mientras, seamos niños y pismos los charcos on nuestras botas de lluvia.
ResponderEliminarLa mayor felicidad es descubrir que hay alegría en cada instante, en el simple hecho de vivir y que está ahí para que podamos disfrutarla.
Besos y cuídate mucho.
tranquila rubia, a todas nos ataca a veces estos días raros, tristes, oscuros, opacos, como dice una canción de nuestro gran ismael serrano...pero igualmente llega ese sol que tanto nos gusta.
ResponderEliminarUn beso y espero q te alegre recibir un comentario mio
Preciosa imagen, me gusta la tonalidad que tiene...
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